domingo, 11 de octubre de 2009

IS THIS THE END ?

Mucho se dice en relación al amor, en cualquiera de sus manifestaciones o formas de hacerse presente o expresarse, (la que siempre y en todos sus casos es un OTRO) y también muchos son los elementos que se le atribuyen como características, a este estar ahí del amor, los que a fin de cuentas permiten dar cuenta de su omnipresencia. De ellos tal vez el que con mayor fuerza se evidencia, y se asume implicitamente es el SACRIFICIO. El que a pesar de dar cuenta de una cuota de egoísmo, tiene su valor sobre todo cuando es entendido como un acto de entrega, sin espera de un reconocimiento, ni de una retribución, el que pasa indiscutiblemente por la convicción personal, y a veces muy secreta del sentido de una acción, de sus consecuencias y alcances.

Sin embargo, es la reciprocidad de los actos y las acciones la que nos confunde y termina por perdernos en la espera y a la espera de algo, de igual o similar valor a un acto o acción realizada por algunos de los implicados en una relación de amor, pero ¿es eso amor? , o es más bien la necesidad de ser reconocido en mis actos por otro u otros, ¿tiene valor la entrega cuando se somete al reconocimiento? o es necesario que el amor este siempre bajo la condición de héroe, en un constante sacrificio para validarse, en si mismo como entrega.

Eso incluso sin hacer mención al antagonismo siempre presente, en esta búsqueda de contrarios de polos que se llaman, que buscan, que convergen y que a pesar de todo se complementan, que encierra la pardoja de la vida y de los espacios que la nutren de sentido como lo es el amor, lo que puede resultar dramático al más puro estilo de una tragedia griega, o armónico, como historia de Walt disney, que por defecto y necesidad concluyen con un final feliz, salvo signiifcativa excepciones. Todas las historias no importando su naturaleza suelen estar dotadas necesariamente de un drama, que implica acción y denota en último término, la agonía de la vida como elemento constitutivo y eje articulador de ella, aspectos que terminan siendo sus nutrientes y lugares comunes en la acción de amar, que en todo caso, siempre se permite sus matices, transformando una misma historia en muchas, salvando así mis vivencias,por sobre las tuyas y viceversa, dejando con ello siempre en la vivencia personal la disyuntiva frente al drama que la constituye.

Lo concreto es que en algún momento, el acto de amar se convierte en una performance que lo diluye en una suerte de teatralización del amor, cargándolo de otros elementos que complejizan, lo que por definición y sin la intervención de terceros ya es complejo, tal vez ese sea el sentido y la prueba, tal vez esa sea la condición de su supervivencia, el poder sobrevivir a la adversidad y en adversidad.

En un mundo que adquiere, cada vez y con mayor frecuencia un ritmo vertiginoso, que deviene complejidad, tal vez ese sea el destino ineludible de las relaciones humanas, tal vez este allí su esencia y su salvación.

PD. Lo que nunca se sabe, en esta forma de expresión de amar o de amor, (sea del amigo, de los hijos, de los padres, de amante, del que ama, de amado, del que espera, del despechado, de ilusionado, del desdeserado, del iluso etc., etc.) siempre es y será, si fue comprendido su actuar o si realmente expreso algo para alguien más que para quien ejecuta la acción y en último término, si tiene necesariamente un fin...

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