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jueves, 21 de mayo de 2009
AGRADEZCO A LA MUERTE, EL PODER SABER DE LOS VIVOS
CAMARADAS: Sin admirarlo lo envidio, pues quien inmortal fuera, quien por escribir viviera, quien de sus creaciones se nutriera. Una cosa clara debo agradecer y es que desde su muerte pueda de ustedes saber, que cosa rara esa de admirar a los muertos y dejar tan de lado aquellos que aún no han cruzado el umbral del desierto.
Amigos que más gran tributo, que reunirnos al menos virtualmente, a dar luces a este luto, un abrazo a la distancia para todos Oscar, Leo, Mario y a todos aquellos amigos de mis amigos, de alguien que no es inmortal, un aprendiz de la vida y practicante de tantas cosas.
Amigos que más gran tributo, que reunirnos al menos virtualmente, a dar luces a este luto, un abrazo a la distancia para todos Oscar, Leo, Mario y a todos aquellos amigos de mis amigos, de alguien que no es inmortal, un aprendiz de la vida y practicante de tantas cosas.
HASTA MAÑANA
Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño
que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido
por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda.
Es un abismo.
No me lo digan cuando me despierte.
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